Sunday, February 08, 2009

Pondering...



"I'm sure I am not mistaken in thinking that those were the days I started to asume that I am mistakenly and therefore untenably and intolerably pondering my life" - Imre Kerstész, Kaddish for a Child not Born


Sunday, February 01, 2009

Gonne's Mud and Yeats' Gun

Q: How do you kill a young poet?

A: First, you have the poet: , then you add a:, mixed with some . Beautiful, right? Okay, the next thing is, of course, poetry:



No Second Troy
Why should I blame her that she filled my days
With misery, or that she would of late
Have taught to ignorant men most violent ways,
Or hurled the little streets upon the great.
Had they bur courage equal to desire?
What could have made her peaceful with a mind
That nobleness made simple as a fire,
With beauty like a tightened bow, a kind
That is not natural in an age like this,
Being high and solitary and most stern?
Why, what could she have donde, being what she is?
Was there another Troy for her to burn?
Which, by the way, reminds me of the: .
Once you've got it all, mix well, shake twice, History and Literature must make an homogenic mixture and then...
Ta-da!:
And I'm not saying she killed him, ok ladies? Just a joke, Ha! Erm... : · !

Well tey said you are as good as you look but that would be impossible, for you look better than the face of God on a sunny day.

El principio básico de la empatía resulta ser también la mejor frase posible para explicar la perspectiva narrativa. Todo esto viene de aquellas primeras clases un tanto desgastadas ya por la memoria, donde los temas "serios" se mezclaban con pop culture, experiencias personales y lo que cayera al plato, resultado que no alcanzábamos a comprender del todo en aquel momento -y quien diga lo contrario me cae que está mintiendo-. Ya después lees a Foucault, a Lyotard, a Deleuze, te metes al pedo de los estudios culturales, lees a Paul Auster o White Noise de Don DeLillo, donde hay teóricos que hacen Elvis Presley studies -y otros que en palabras precisamente del susodicho "no leen otra cosa que cajas de cereal"- y te cae mejor el veinte. Es decir, que la forma de interpretar las relaciones entre los objetos culturales -de diversas naturalezas al igual que épocas- se vuelve cada vez más refinada, digamos precisa -que "refinada" suena bastante snob-. Incluso las ideas más disparatadas resultan más o menos pensables y los productos artísticos, culturales, mediáticos parecen guardar relaciones estrechas, así como las ideas; el panorama es, pues, mucho más claro, además de alentador: te atreves a pensar, a escribir libremente, a proponer hipótesis potencial, probablemente equivocadas; el chiste es hacer algo, y lo único que se puede hacer en esta vida es interpretar -aunque unos años más tarde no leas otra cosa que cajas de cereal-.

Cuando llega ese día -que tampoco dista tanto, pues no se requiere más que adquirir un poco de método, que sin embargo parece tan lejano en aquellos días- puedes entender más claramente que A haya usado esa rola de James para explicar la dinámica entre distintas perspectivas narrativas en un texto. Más allá aún, atreverte a proponer que la narrativa muestra aquí uno de sus puntos de relación con la vida, tal y como en otros casos son: la narrativa como reflejo de la memoria, la narrativa como el escenario que muestra cómo el lenguaje estructura el pensamiento -es el pensamiento-, su relación con el sueño, reflexiones sobre la naturaleza de la realidad, etcétera. Es decir, que la idea de la empatía puede resumirse en la misma fórmula que define la existencia de distintas perspectivas -un término tan propio del arte-.

"How Was it for You?" es entonces la rola que apunta en tales direcciones. La frase que se encuentra en el centro de los intentos fallidos de coexistencia entre los seres humanos -no hablo de los no fallidos, pues aquellos poseen las mismas dosis de imposibilidad que los primeros, aunque con un grado mayor de tolerancia de las partes-. Una frase que a su vez es una invitación al ejercicio narrativo - ese que Javier Marías en una novela considera inherente al escenario de la vida marital, particularmente a la cama- y que por tanto revela sus implicaciones sociales. Porque escribes para que alguien te lea, y porque inversamente, tenemos hambre de historias, de que nos cuenten cosas -y las únicas cosas que hay son historias- que sirvan como escenarios para nuestros pensamientos. Como si las situaciones contenidas en las historias nos invitaran a vernos reflejados en ellas y ser sus actores aunque sea a través del pensamiento.

Por eso quiero que me cuentes qué te pareció, sabes?, primero, porque quiero escuchar tu historia y jugar a adoptar tu perspectiva por un instante, a estar en tus zapatos, segundo, porque quiero saber si fue igual para ti que para mi, saber si hay algún punto de relación entre tú y yo que nos permita coexistir de aquí en adelante. Porque quiero saber, finalmente, si los pesimistas sólo quieren joder al decir que hay una brecha insalvable entre las personas que impide la comunicación efectiva -si como nos invitaba a considerar B en una clase, la incomunicación es el estado "natural" de las cosas... aunque tal vez sólo lo hiciera para cuestionar el concepto de naturalidad en sí-. Quiero saber hasta qué punto estoy real e insalvablemente solo, sabes?, y hasta dónde podemos -si es que podemos- coexistir, pues te ves mejor que Dios en un día soleado.

Pero a ver, a ver, ya estuvo, no?, al punto: ¿finalmente qué nos dicen todas estas mamadas?

Nada, pero gracias por leer. No me hagas mucho caso y escucha esta rola que está poca madre : )